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La gran semana, de Joseph Berna

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Joseph Berna escribió La gran semana en 1986, tras el cierre de Bruguera y sin intención de publicarla. Simplemente le apetecía escribir algo diferente, en cuanto a extensión -es su obra más larga-, en cuanto a localización -es su única obra ambientada en España- y en cuanto a género literario -es su única comedia picante que no se disfraza de novela terrorífica, del Oeste, de aventuras o de ficción científica-. Acompañemos en sus correrías a Sergio Muros, agente de seguros.

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Prólogo.- EL GRAN JOSEPH BERNA, por Nicolás Martínez Cerezo (dibujante y escritor)

Tienes en tus manos la gran novela libre de Berna, nuestro amigo en estado puro.

Bruguera cierra en 1986 y entonces Berna deja brotar toda su libertad y su fuerza, todo su humor, todo su manantial narrativo, ya sin limitaciones.

Libremente le va surgiendo una novela larga, un testimonio español con sabor berlanguiano, un relato personal más alla de los géneros.

Berna desencadenado, torbellino de risas, huracán de palabras.

Berna, quintaesencia del pulp.

Una delicia, tantos años inédita, ahora para ti, lector. Añeja como un vino tinto y fresca como un vino blanco.

Literatura directa, viviéndose en cada página.

Resplandor de cine.

Los tebeos de Bruguera haciéndose novela viva, latiendo: Sergio muros, agente de seguros.

La desvergüenza de Vázquez, el costumbrismo de Escobar, el ritmo frenético de Cifré. Y el supremo Conti haciéndolo todo completo: la sana locura de Carioco, los sueños de Morfeo Pérez que ya no son imposibles, sino mágica realidad.

El futbol de Pepe el hincha, de Peñarroya.

Y los tebeos valencianos, naturalmente. El humor clarísimo de Palop, todo el tebeo Jaimito resurgiendo en documento. Esa risa es de Serafín, de Luis Sánchez Polack.

Paredes y puentes se titulaba un álbum de John Lennon. Aquí es Sergio derribando muros, aquí son las mujeres abriendo puentes.

Porque un hechizo femenino es la gran fuerza de esta novela, de principio a fin.

Mujeres fuertes, activas, tomando siempre la iniciativa. Del beso y de la vida.

Criaturas fascinantes.

El ansia vital de Yolanda, el tesoro interior de Silvia, la fantástica Clara, tan lúcida, tan libre.

La divertida doña Remedios.

La entrañable Mónica.

Y el relato nos lleva de sorpresa en sorpresa, con maestría de película.

La emocionante historia de Silvia y Goyo, los episodios plenos de cine cómico.

Se siente al maestro Jerry Lewis, el terror de las chicas.

Y el final feliz de Frank Capra.

Gran semana, así es, entre mágica y trágica.

Porque tenemos una novela de humor, pero sobre todo una celebración de amor y libertad sexual, la magia del aire triunfando más allá de los muros.

Una canción que comienza con Yolanda de Pablo Milanés y termina en Mónica de Los Ángeles.

Una semana con intensidad de orgasmo, con insomnio de enamoramiento, con duración de eternidad: segundos como minutos, minutos como horas, horas como días…

Lo decía Miguel Mihura: «Solo el amor y la luna traen fortuna».

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